Una integrante de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) explica cual es la situación que viven hoy miles de mujeres en todo el país que tienen que ofrecer su cuerpo para poder vivir. Las Trabajadoras Sexuales de Argentina se organizan y cuentan su lucha...
-¿Por qué un Sindicato de Trabajadoras Sexuales?
-Con nuestro trabajo alimentamos a nuestras familias, el sindicato es importante para tener los mismos derechos y responsabilidades que tienen todos los trabajadores y trabajadoras del país. Queremos hacer valer nuestros derechos a salud, trabajo, educación, documentación y vivienda.
Estamos desde 1994, nos concientizamos de que somos parte de una clase que históricamente tiene los mismos sufrimientos que nosotras. Desde una Asamblea Nacional que realizamos en el 2002 nos reconocemos como trabajadoras sexuales en contra de ese término que nos denigra que es el de prostituta. AMMAR nace como una respuesta a los abusos que sufrimos por parte de la policía que muchas veces nos detiene injustamente. También sufrimos maltratos y discriminación. Esto ocurre en muchos lugares del país.
-Con nuestro trabajo alimentamos a nuestras familias, el sindicato es importante para tener los mismos derechos y responsabilidades que tienen todos los trabajadores y trabajadoras del país. Queremos hacer valer nuestros derechos a salud, trabajo, educación, documentación y vivienda.
Estamos desde 1994, nos concientizamos de que somos parte de una clase que históricamente tiene los mismos sufrimientos que nosotras. Desde una Asamblea Nacional que realizamos en el 2002 nos reconocemos como trabajadoras sexuales en contra de ese término que nos denigra que es el de prostituta. AMMAR nace como una respuesta a los abusos que sufrimos por parte de la policía que muchas veces nos detiene injustamente. También sufrimos maltratos y discriminación. Esto ocurre en muchos lugares del país.
En 1995 se sumaron a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). “Esto ayudó a que abandonemos la automarginación y nos reconozcamos como trabajadoras” –dice esta mujer que accedió a esta entrevista pero prefirió no dar su nombre-. En 2006 obtuvieron personería jurídica como Asociación, lo que consideran un paso importante “porque tenemos reconocimiento por parte del Estado”. Su lucha continúa para que el Ministerio de Trabajo les otorgue personería gremial reconociéndolas como sindicato.
AMMAR cuenta con 2000 afiliadas en todo el país y, a través de distintas actividades, llega a más de 15 mil trabajadoras sexuales.
AMMAR cuenta con 2000 afiliadas en todo el país y, a través de distintas actividades, llega a más de 15 mil trabajadoras sexuales.
-¿Qué desaparezca el trabajo sexual es parte de sus objetivos?
-La dignidad no la hace la profesión. Nosotras sufrimos la explotación que cualquier mujer sufre en un sistema injusto y patriarcal. Las obreras textiles que trabajan en las maquilas ¿no son explotadas?, ¿por eso debemos considerarlas indignas?. Hay una diferencia entre ellas y nosotras, a ellas le explotan su cuerpo para fabricar ropa, a nosotras nos explotan nuestros genitales. Estamos en contra de cualquier explotación, por eso tenemos que organizarnos las explotadas y con nuestras herramientas, sin dogmas, elegir cual es el camino a seguir. Nuestro primer objetivo es que algún día no haya más mujeres que ejerzan este trabajo por necesidad, pero dejamos abierta la discusión para que, en ese futuro que soñamos, haya mujeres que igualmente quieran ejercer este trabajo. La solución definitiva a todos nuestros sufrimientos no es derogar un código. Eso, en todo caso, es un objetivo inmediato. Nuestro mayor anhelo es que el país sea igualitario, justo y democrático para que se cumpla la frase con la que nació el sindicato “AMMAR nace para quizás algún día morir”.
Por Martín Bustamante