Fiesta caliente en el barrio de Almagro. "Los Fiesteros" son los protagonistas y la idea es dejarse llevar en un mundo donde lo convencional brilla por su ausencia. Crónica de una tarde de orgías en un boliche swinger.
Es miercoles son las 20 y llueve en la ciudad de Buenos Aires. La temperatura no supera los 10 grados y las calles se van vaciando de a poco. Es que el frío y la lluvia son una buena invitación para correr hacia el calor de los hogares.
En un boliche de Almagro sin embargo calor es lo que sobra. Hoy es noche de “Fiesteros” y más de 100 personas se preparan para saciar sus deseos más ardientes. Ubicado en el barrio de Almagro, Class es un boliche swinger que los miercoles suele ser el punto de reunión de hombres, mujeres, travestis y crossdreser que se juntan para compartir fiestas sexuales donde vale absolutamente todo, siempre y cuando sea con el consentimiento de los demás.
Al ingresar al boliche uno recibe una bolsa de consorcio y una percha en donde deberá dejar su ropa y pertenencias. Una de las pocas reglas que existe en el lugar es que nadie puede ingresar a la fiesta vestido, solo se permite la ropa interior y el calzado, sin embargo todos llevan también riñoneras en donde guardan preservativos, celulares, geles lubricantes y dinero que les permita comprar algún trago.
Preservativo y gel lubricante sin embargo es algo que sobra en las fiestas del grupo “Los Fiesteros”. En cada barra, mesa y rincón se puede encontrar estos artículos en abundancia. Es que como lo definen desde el mismo sitio web del grupo la idea es compartir fiestas de sexo, placer y lujuria pero siempre con el respeto como premisa básica y dentro de una marco de higiene y seguridad.
Entre los presentes los hombres son mayoría aunque también hay una buena cantidad de travestis, mujeres, parejas y crossdresers, es decir, hombres que gustan vestir lencería femenina.
Algunos bailan, otros charlan en las mesas, otros piden tragos en la barra, pero la acción esta en los reservados del fondo del boliche y también en los pasillos. Como si se tratará de una gigantesca película porno, no se pueden dar dos pasos sin cruzarse a gente teniendo sexo. En todas sus variantes y colores.
Homosexuales, heterosexuales, de a dos, de a tres, de a cuatro, en grupo, en el piso, en los sillones, contra las paredes. La música se mezcla con los gemidos de placer de las decenas de cuerpos en plena ebullición sexual.
A un costado veo a un señor de unos 50 años que entrega a su joven y hermosa pareja a un grupo de 4 amigos jóvenes para que estos le den placer a la mujer, mientras el señor se sienta a mirar y a disfrutar de la escena.
Al otro costado hay una especie de cuarto oscuro en donde unas 20 personas se frotan los cuerpos, se besan, se tocan, y entre ese mar de cuerpos apenas se pueden distinguir algunas piernas, pechos, bocas...en definitiva, cuerpos de personas que disfrutan su sexualidad de una manera no convencional pero, por lo visto, por demás placentera.
Por Ariel Cortez
jueves, 23 de octubre de 2008
Fiesta, que fantástica fantástica esta fiesta!!!
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1 comentario:
Muy buena crónica! Las descripciones tan detalladas me hacian trasladarme a ese lugar. Debe ser muy excitante ver a tanta gente entregandose al placer y muy dificil no participar de semejante banquete jaja
sos el mejor
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